
Dubái: Un viaje al futuro con alma árabe
Hoy me gustaría compartirles una de las experiencias más fascinantes que he vivido: mi aventura en Dubái, una ciudad que parece salida de un sueño futurista, pero que no ha perdido su esencia árabe y su hospitalidad única, simplemente por eso es un lugar que debe estar en su lista de pendientes.
Desde que aterrizas en el aeropuerto, sientes que entras a otro mundo: lujo, orden, tecnología y tradición conviven en perfecta armonía. ¡Y eso es solo el comienzo!
Sin duda alguna, uno de los mayores atractivos de Dubái es su arquitectura imponente. Obviamente, tenía que empezar por el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo. Subir a su mirador fue una experiencia surreal. Ver la ciudad desde las alturas, con el desierto de un lado y el mar del otro, me hizo privilegiada de estar allí. Definitivamente es un sueño realizado.
Otro lugar que me robó el aliento fue el Burj Al Arab, ese hotel en forma de vela súper famoso y que normalmente se utiliza como referencia de Dubai, este edificio parece flotar sobre el agua. Aunque no me hospedé allí (aún jaja), visité su interior y tomé un té con vista al golfo. Un lujo que vale cada dirham, para que se den una idea la cuenta por un café puede rondar los $50USD.
Ahora bien, una de las cosas que más disfruté fue ir de compras (¡cómo no!). Dubái tiene de todo: desde zocos tradicionales como el Souk del Oro o el Souk de las Especias, llenos de aromas y regateo, hasta los gigantescos y modernos centros comerciales como el Dubai Mall, que además de tiendas tiene un acuario, pista de hielo y hasta fuentes danzantes, cada uno de estos lugares es un verdadero espectáculo. De verdad, super recomendado.
Por supuesto la comida fue otra de mis grandes sorpresas. Dubái es un paraíso gastronómico. Probé desde shawarmas callejeros hasta cenas de autor en restaurantes de chefs internacionales, aunque si quieres algo realmente auténtico, no te podés perder una cena beduina en el desierto, con danza del vientre, fogata y platos tradicionales como el mansaf o el mezze árabe, este tour esta disponible con una noche en el desierto, es una experiencia maravillosa, no hay video o fotografía que le haga el favor a esto.
Ahh y hablando del desierto... ¡qué experiencia más mágica! Hice un safari en 4x4 por las dunas, con atardecer incluido. Luego, en el campamento, me tatuaron con henna, monté un camello y cené bajo las estrellas. Sin duda, uno de los mejores recuerdos del viaje.
Lo que más me enamoró de Dubái fue ese contraste constante: un día puedes estar en el Dubai Marina tomando un cóctel en un rooftop con vista al skyline, y al siguiente recorriendo el barrio histórico de Al Fahidi, entre callejones silenciosos y casas de adobe.
Dubái respira innovación, pero honra sus raíces con orgullo, y eso se siente en cada rincón.
Si estás buscando un destino que lo tenga TODO lujo, cultura, aventura, compras y playa, Dubái debe estar en tu lista. No es solo una ciudad para ver… es una ciudad para vivir intensamente.
Este viaje lo realiza Gurú Diseño de Viajes una vez al año, y es una experiencia de vida.
Un abrazo
Andrea Rojas