Siempre nos gustó la idea de recorrer el mundo y descubrir nuevas culturas, pero ser honestos: con más de 50 años, nuestras prioridades han cambiado. Queremos comodidad, buena gastronomía y gente agradable con quien compartir cada momento. Claro que podríamos viajar solos o en pareja, pero la experiencia se vuelve un tanto rutinaria. Además, nuestros amigos cercanos no siempre tienen la misma disponibilidad de tiempo o, sencillamente, no comparten nuestra pasión por viajar.

Por eso, decidimos probar con un grupo: “¡Quizás así nos divertimos más!”, pensamos. Sin embargo, nuestras primeras experiencias de viaje grupal no resultaron como esperábamos. Nos inscribimos en un par de paquetes genéricos, de esos que prometen conocer muchos lugares en poco tiempo y con gente variada. Pero pronto descubrimos que la mayoría de los participantes eran muy diferentes a nosotros: algunos preferían actividades demasiado extremas, otros dormían hasta el mediodía y no disfrutaban las excursiones, y un par de ellos tenían un sentido… digamos “especial” de la diversión (algo que no encajaba en absoluto con nuestro estilo tranquilo).

Después de esas vivencias, nos convencimos de que un viaje grupal no era para nosotros… Hasta que, un día, mientras navegábamos por Facebook, apareció un anuncio que captó nuestra atención: Gurú diseño de Viajes. Decían especializarse en viajes a la medida para mayores de 50 años, enfocándose en la comodidad y en itinerarios diseñados para disfrutar sin prisas. Pensamos: “Esto suena distinto. Parece una opción más alineada con lo que buscamos”.

Al principio, dudamos un poco. ¿Sería esto otro de esos típicos tours masivos con horarios imposibles y personas con las que no tendríamos nada en común? Aun así, nos picó la curiosidad. Nos dimos cuenta de que el anuncio y la información en su web hablaban de grupos reducidos, hoteles cómodos, gastronomía local y recorridos culturales pensados para quienes desean viajar a otro ritmo y sin un guion apretado.

Decidimos arriesgarnos y reservamos. Fue una de las mejores decisiones que pudimos tomar: desde el primer momento, Gurú Experiencias de Viaje atendió nuestras inquietudes y nos presentó un grupo de viajeros con intereses muy similares a los nuestros. Nos sentimos comprendidos y pudimos elegir actividades a nuestro gusto sin presiones. Cada día empezaba sin carreras, con una buena taza de café o té, antes de comenzar los paseos culturales y degustaciones culinarias. Por las noches, compartíamos cenas relajadas y conversaciones amenas con nuevos amigos que, por fin, tenían ese “encaje” que tanto habíamos añorado.

Lo más importante fue descubrir que sí existe la manera de viajar en grupo y sentirnos como en familia, sin forzar horarios ni convivir con personas que no comparten nuestro estilo de vida. Hoy, cuando planeamos una nueva aventura, lo tenemos claro: viajar con personas afines y con una agencia que entienda nuestras necesidades hace toda la diferencia. Hemos dejado atrás los tours genéricos y, en cambio, nos hemos abierto a experiencias auténticas, diseñadas con la calidad y la calidez que merecemos.

Y así, después de los 50, seguimos confirmando que el mundo está lleno de maravillas por descubrir… solo hace falta dar con la forma adecuada de recorrerlo.